martes, diciembre 22, 2009

Esencias opuestas



El cielo está encapotado y la lluvia moja mi pelo resbalando por mi cara. La orilla de pantalón está empapada, suerte que no me suelo constipar. Las calles nevadas van dejando a la vista la acera tras el efecto de la sal depositada en ellas. La lluvia se precipita inundando las alcantarillas apunto de desbordar. La navidad se ha instalado en todos los recovecos de la ciudad. Los escaparates de las tiendas están adornados, los niños se precipitan contra los cristales entusiasmados, mientras empapan el cristal de vaho, deseosos de juguetes. La gente se vuelve amable y bondadosa y ofrece su dinero a los pobres, que se hayan en las aceras en busca de un sitio donde dormir, les dan las gracias con una sonrisa pues no tienen nada mejor que ofrecer, y eso basta, al menos te hace sonreír durante unos segundos, así que no puedo evitar sonreír. Aunque sea por un segundo, hay alguien que ha pensado en ellos.

Todo desborda de felicidad y alegría, y verás eso es algo que no se ve últimamente. Claro, la felicidad es aparente. El mundo está sumido de caos y el planeta amenaza con derrumbarse de un momento a otro, la contaminación, existe gracias a los seres humanos, a los cuales se les califica como la máquina casi perfecta. Muchas veces te preguntas qué es ese casi que le falta. Yo creo que es su facilidad con la que destruyen las cosas que les rodea y lo más increíble, no se dan cuenta de ello. Puede que dentro de unos años destruyan el mundo pero no lo podrán evitar. Quizás ya sea demasiado tarde para actuar. Mi sonrisa se desvanece.

Pita un coche. Me hace despertar de mis pensamientos y reacciono. Corro hacia la acera y paro al llegar. Menudo susto, casi me atropellan. Por suerte ese coche pasa del incidente y sigue circulando por la carretera, no me apetece meterme en un lío que no tiene sentido. En fin, volveré hacia casa para pasar otra navidad sola. No me importa. Por el camino me cruzo con un joven. Viste ropas oscuras, sus ojos están teñidos de gris que emanan oscuridad, otro más. Sigo sus pasos que me conducen a un lugar abandonado, es algo normal, nadie debe de saber quienes somos. Esencias opuestas. Y sé de sobra que lucharemos hasta el final hasta que uno de los dos venza. Así que aquí estoy frente a frente. Es mi manera de demostrar a la gente que tiene que cuidar el mundo en el que vive, pues es la lucha que vivo constantemente.
By: Sara Gómez

sábado, octubre 17, 2009

Lágrimas


Lágrimas, pequeñas, diminutas surgen cuando ellas lo desean.


Cuando lloras no lloras solo lágrimas, lloras pequeñas gotitas que corretean alegremente por tus mejillas, por tus labios, por tu barbilla. Son traviesas, juguetonas, escapan a tus parpadeos, a tus pestañas, hasta que al fin consigues atraparlas. Entonces ellas se agarran con uñas y dientes a tu dedo para intentar salvarse, para no caer al vacío.


Las lágrimas pueden ser inoportunas, te ponen en evidencia, aprovechando tu debilidad para ser libres y alimentarse de las carcajadas ajenas, para poder crecer y volverse abundantes en menos de un parpadeo.


Las lágrimas son el principal síntoma de la rotura repentina del corazón, o también de la alegría pura y radiante.


Ellas nos definen, ellas nos dominan.


Nosotros no decidimos, nosotros no lloramos, las lágrimas deciden si quieren ser lloradas o no.



BY: Elena


miércoles, septiembre 30, 2009

Todo en su lugar...

El viento susurra palabras
resuenan en la roca
de la ciudad etérea
¿Vida? hay poca.

Y ellos ahí están
situados uno junto al otro,
en el viento van
de un lado a otro.

Prisioneros de una cárcel sin límites,
contenidos en el espacio y el tiempo.

Dicen, que el tiempo todo lo pone en su lugar,
ellos no se han rendido
pero todavía no se han unido,
para poder formar su humilde hogar.

Libres no pueden estar,
no se logran rozar.
¿Qué hacer más que esperar?
¿Esperar a que la vida le vuelva a inundar?

Ella helada esperará
sentada en la estatua de mármol
a la brisa cantará.

Las palabras que su amado
le dice todas las noches,
en su memoria se han quedado

Bajo la luna reluce su rostro,
que ahora está siendo acariciado.

Oh, su momento ha llegado.
Ya se la han llevado.

Y por fin, este mundo será otro.
Nuevos seres lo van a visitar.

Y ella junto a su amado va a descansar.
Al fin va a ser verdad que el tiempo todo lo pone en su lugar.
By: Sara Gómez

jueves, agosto 27, 2009

Harlequin's Lament




Oculto y perverso.

Alegre y honesto.

Arlequín que vagas solitario,

diferente en cada momento,

ocultando tras una máscara

tu triste lamento.


Te muestras alegre,

te muestras contento.

El infante ríe,

la dama suspira.

Ellos no ven,

ellos no sienten.

La amargura en tus venas

no les resiente.


Siempre riendo.

Siempre llorando.

La muerte te atrae,

te está llamando.

Arlequín roto por dentro,

¿por qué disfrazas tu triste lamento?


Todos sonríen,

algunos se burlan.

Arrojan dinero,

no se preocupan.

A nadie le importas,

ya nadie te ama.

Quieren la alegría,

presa en tu alma.


No puedes,

no quieres.

Te entregas,

sucumbes.


La solución más fácil,

riéndose jocosa,

con sus labios roza,

cual mármol helado,

tu triste boca.

Tu hora ha llegado.


Una sonrisa

se dibuja en tu rostro,

inerte en el suelo,

sin rastro de vida.


Arlequín en descanso eterno,

jamás esconderás de nuevo

tu triste lamento.


By: Elena


miércoles, agosto 19, 2009

Una luz consumida...

Tras una cortina de ramas, se ocultaba una bella criatura.
Tantos la buscaban, pero nadie la encontraba, era ella quien se dejaba encontrar si así lo deseaba.


Entre las enroscadas y retorcidas ramas del bosque, caminaba El. Quizás fuera el elegido, quizás no. Eso es algo que no se sabe. Pero El no estaba casualmente allí. No. Buscaba a la perlina criatura con el fin de que le concediera su don. O más aun.
La criatura sabía que no podría encontrarla si no quería, pero había algo que la llamaba a acudir, no sabes porque pero sientes que debes salir aunque estés temblando de miedo. Una mariposa, revoloteaba donde se encontraba la criatura, sin saber de su existencia. Ahora solo estaba visible para El, esperando a que llegara.
El se adentró más en el bosque, intuyendo cada paso hacia ella. No tardó. Pudo ver un resplandor. Allí estaba. Imperturbable a todo lo que la rodeaba.

Era pura belleza. Sus crines perlinas, acariciaban su cuello como si disfrutasen de su tacto, dejándose llevar por una leve brisa con la cual parecía que jugasen. Su cuerno era…indescriptible. Parecía que fuese a tocar el cielo con el, dejando un rastro blanquecino por allá donde pasase. Agachó la cabeza levemente en un gesto de saludo y le miró fijamente. Los ojos…contenían toda la luz que imaginas. Negros como el azabache y a la vez, de un brillo maravilloso. Era precioso.


El sonrió tristemente. Era una lástima que una criatura así tuviera que morir de una manera tan desagradable como iba a hacerlo, pero no tenía otra opción. Se arrimaron los dos lentamente intentando prolongar el encuentro. Ella acarició su mejilla con el cuerno. Le fue transmitiendo energía. Retiró su cuerno y se tumbó en el suelo a la espera. El abrió los ojos, se sentía más fuerte, nuevo. Se agachó para acariciar las crines de la criatura y dos lágrimas corrieron por su rostro. No podía evitarlo ¿Por qué?


Dicen que si un unicornio te entrega su magia, perteneces a una parte más de su ser.
El era una parte más de su ser. Pero también tienes la posibilidad de arrebatarle su ser más preciado. Es algo de lo que ninguna persona es capaz, ya que cuando ven la criatura no son capaces, pero El, era diferente. Clavó una uña entorno al cuerno y comenzó a rodearlo. Cerró los ojos. Aun así eso no iba a evitar poder oír los lamentos de la criatura. Es el sonido más horroroso que puedas oír jamás. Con el cuerno en sus manos había cometido el encargo de su señor “¿Por qué?” Se preguntó millones de veces. “¿Por qué apareció? Su vida era más valiosa que la mía”. Nunca obtuvo la respuesta. Era siervo de su señor y eso traía consecuencias. Si su señor quería el cuerno, iba a tenerlo. Como fuese. Si necesidad de dar explicaciones a nadie.



Lentamente se fue desvaneciendo la criatura, la cual contenía un agujero de oscuridad donde antes había luz. Solo quedó un pequeño punto brillante, donde antes yacía el unicornio, que ascendió hasta perderse en el cielo bañado por la luz de la luna.




Ahora solo es, una luz consumida por la oscuridad...

By: Sara

lunes, agosto 03, 2009

Vive...




Estrés…cansancio…Ya basta.



Vértigo, brinco, picado…


Los edificios vuelan y el miedo florece. Se acabó, jamás volveré a ser pisoteado, no más nervios, no más represión. Se acabaron las penas, la ira, las discusiones…y las reconciliaciones, el amor, la felicidad. No volveré a sentir los labios de mi amada, ni la risa de mis hijos, ni el piar de los pájaros…Quiero vivir, quiero amar y ser amado, quiero abrazar y quiero sentir…quiero seguir vivo por las personas que me quieren, porque las quiero, para poder sonreír de nuevo, vivir por los que no pudieron, aquellos a los que se les negó el derecho. Quiero vivir, vivir, vivir…Porque eso mismo es la vida, es superar baches, obstáculos, ser pisoteado, engañado, frustrado y agarrarte con uñas y dientes a una sonrisa infantil, a un simple beso o a la primera flor de primavera. Sujetarte a los recuerdos y momentos felices para poder saltar, volar y superar todos los obstáculos que te brinda la vida. Ahora lo entiendo, lo sé…No quiero morir, no quiero morir ¡No quiero morir!


Suelo, chasquido, dolor, Muerte…



Antes de tomar decisiones precipitadas, recuerda esto, ya que yo lo comprendí demasiado tarde: La Muerte no es la salida a un problema…es el final de todas las soluciones.




By: Elena



martes, julio 28, 2009

Recuerdos...


Cierra los ojos.
Piensa,
Recuerda.

Las pequeñas cosas
que hacen
la vida tan difícil.

Pero…
Recuerda.

Todas aquellas cosas
que logran
sacarte una sonrisa.

Que aunque
sean pocas
son las más
valiosas
y siempre
estarán ahí.


Abre los ojos.
Mira,
Observa.

Verás que el mundo
puede ser
muy cruel.

Pero…
Observa.

Verás que el mundo
no es solo
un manto oscuro.

Que existen
distintas formas
de verlo,
la mejor manera de ello
es con la inocencia
olvidada en el camino.





By: Sara

lunes, junio 15, 2009

Incauta Mariposa





¿Por qué te posas sobre mí, incauta mariposa?

¿Por qué bebes la sangre que he derramado?

Puede que jamás vuelvas a tu rosa,

puede que ya te haya matado.


¿Cuántos cuerpos habré desangrado?

¿Cuántas almas habrán perecido?

Cuerpos olvidados en el prado,

caídos bajo el desgarro de mis colmillos.


Lágrimas de sangre amarga

recorren mi rostro cada noche,

siempre antes de la matanza,

me acompañan cual reproche.


Dulces risas lejanas

son como notas musicales,

transformadas en gritos

por el peor de sus temores.


Soy sierva de la oscuridad

y esclava de la sangre,

su perfume embriagador

me busca cada noche.


No volveré a sufrir,

la oscuridad perecerá.

Al bien me entregaré,

a su luz y claridad.


El Sol de nuevo renace

evapora de mis labios la roja miel

Y los rayos abrasadores

deshacen mi piel.


Adiós incauta mariposa

Jamás volverás a verme

el monstruo sobre el que te posas

se ha ido para siempre.



By: Elena

viernes, junio 12, 2009

Angelo nero



Ella está todas las noches inmóvil, con su fría mirada perdida en el horizonte, en el tejado de la torre. Observa a cada ser que pasa a su alrededor. Fuera del alcance de las miradas humanas. Incapaces de ver algo tan hermoso y temido.
Agita sus alas. Una pluma negra se desprende de ellas. Lentamente aterriza en las losas. El contacto de una parte de su ser con la Tierra, produce un leve temblor en el suelo. Comienza a volar, dejando su rastro en el aire. Es hora de que vuelva a su palacio. El día se acerca, ella ya no está.



Alguien ha hecho que enfurezca. De nuevo, la sangre se desliza lentamente llamando la atención de otros seres deseosos de ella. Inmune a ese olor, camina descalza, sosteniendo una daga ensangrentada. Se agacha para recoger el cuerpo inerte y llevarlo a su futuro mundo. Ningún alma escapa de ella. Todas son conducidas hasta su nueva vida. Ese es su trabajo. Solo alguien sin alma ni corazón es capaz de eso.

Y me pregunto ¿Por qué existen seres así? incapaces de amar, ya nada sienten. Un día ella me contestó. Su gélida mirada fijó en mis inocentes ojos muy lejos de la verdad. “Este es mi destino, vivir en la silueta muerta de un pobre ángel caído incapaz de liberarse de las cadenas del temido olvido. Ya nadie me quiere, nadie me ve ni conoce mi existencia, solo sirvo para coger las almas perdidas y llevarlas a las puertas del cielo o del infierno.” Aquellas fueron y son las palabras más frías que oiré nunca. Por eso quiero morir, quiero liberarla y ser yo el esclavo.




La miré a los ojos. “Vive” me dijo. “¿Por qué?” “Porque la vida es lo mejor puedas tener, solo cuando pierdes algo aprendes a valorarlo. Ahora se que no debí haber muerto hasta que llegase mi momento. Pero tú…tú quieres perder aquello que yo derroché…” “Quiero que seas libre de vagar eternamente en una oscura frialdad” “No puedes hacer nada, solo cuando ellos abran las puertas, podré liberarme” Demasiadas dudas surgieron en mi mente, pero solo una tuvo respuesta: Ella se había convertido en una máquina del destino, que jamás podría volver a ser lo que fue, un hermoso ángel sin el alma apedreada.




Lo decidí cuando oí sus palabras teñidas de amargura y soledad. Suplicándome en el silencio que siguiera con vida, que lo hiciera por ella.
Seguiré viviendo en las calles de esta transitada ciudad, viviendo cada día al límite, pensando en las consecuencias que puede traer hacer las cosas de una manera o de otra. Y moriré con una sonrisa, al saber que he cumplido mi más preciado deseo.


By: Sara

martes, mayo 26, 2009

Aquellos ojos grises...




Hace tiempo nació una niña, una niña de ojos grises.


He oído que surgió del amor antinatural entre un demonio y una humana maldita. También escuché, que nada más aflorar del vientre de su made, esta murió al mismo tiempo en que se desataba la peor de las tormentas del siglo actual.


La niña no lloró, es más, no separó sus labios en ningún momento, ni siquiera para alimentarse.

Los médicos quedaron estupefactos ante esta reacción y, debido al miedo, la dejaron a merced de las callejuelas corruptas.


Nadie sabe como ni por qué, pero todas las noches, se podía observar a una joven pálida como la luna, de cabellos largos, lisos y más negros que la propia oscuridad. Aunque lo que mas horrorizaba a la gente, eran sus ojos: grises y fríos como la piedra que, aunque estaban repletos de amargura y tristeza, jamás liberaron una lágrima.


La gente la llamaba de diversas formas o, simplemente, gritaban y huían al verla, pero a pesar del odio y el desprecio, las mortecinas facciones de la joven seguían siendo indiferentes al desdén, que se clavaba como una espina en su frágil corazón, resquebrajándolo noche tras noche.


Una tarde cualquiera, yo mendigaba inútilmente por los callejones cuando, bien entrada la noche, divisé a la joven, que vagaba perdida entre la oscuridad, siempre con los ojos colmados de infinita tristeza.

Debía huir, gritar, correr…todo menos quedarme quieto, aunque eso precisamente fue lo que hice. El miedo me paralizó completamente y aguardé paciente detrás de la inmundicia. Aguardaba al pánico, al dolor, a la muerte… a lo inevitable.

Pero nada de eso llegó.


La muchacha se paró en seco. No por mí, si no por una sucia y enfermiza rata de alcantarilla que la miraba, presa del pánico.

La niña se dispuso a irse cuando la rata se acercó a ella. Sigo sin entender por qué se asombró ante esa reacción, pero la pequeña miraba a la rata con sus ojos marmóreos que ya no reflejaban amargura y tristeza, sino alegría y quizá una pincelada de esperanza.


La niña se agachó y acarició tiernamente al animal, mientras este la olisqueaba.

En menos de un minuto, la pequeña muchacha envolvió a la rata con sus manos y la acunó con aire maternal.


En ese momento, la niña maldita dejó de ser sombría, triste y tenebrosa. Ahora era una pequeña rebosante de felicidad, radiante y tremendamente dulce.

Un destello empezó a formarse a su alrededor hasta convertirse en una aureola blanca que se volvía más potente por momentos.

Por primera vez en su vida, la niña separó sus labios rosados para formar la que fue y sigue siendo la sonrisa más bonita y sincera que he visto jamás.

Quedé deslumbrado por la claridad del resplandor y cerré los ojos un segundo. Cuando los abrí, la pequeña y la rata habían desaparecido.

En su lugar, un rayo de cálida luz solar, se abría paso entre el cielo, casi siempre encapotado, para alumbrar tenuemente una ligera pluma blanca que se posaba suavemente en el suelo.


Todavía hoy nadie cree la historia de aquel ángel camuflado, enviado para salvar a la humanidad, que solo pudo llevarse consigo a aquella rata que todos odiaban, a la que todos despreciaban pero que fue la única que consiguió ver la pureza a través de una fachada de oscuridad.

A pesar de estar encerrado de por vida, de ser torturado para ignorar, yo sé que lo que vi es verdad y, por muchos años que transcurran, jamás lograrán hacerme olvidar aquellos ojos grises.



By: Elena



miércoles, mayo 20, 2009

Sweet Poison

Atrapada estoy
en las barreras del olvido
ya me voy,
pues he terminado mi recorrido.

Quiero viajar
junto a él,
para guardar
su nombre en mi piel.

Oh, que dulce veneno.

Sus brazos me atrapan
las espinas se clavan
mientras tiernamente cantan
su dulce balada.

No quiero marchar
su dulce aroma
me llama a bailar.

Oh, que dulce veneno.

Su cálida mirada,
desace el hielo
de mi triste fachada.

Esa dulzura
brilla en su sonrisa,
llena de amor y ternura
que luce en la brisa.

Oh, dulce veneno
Que dolorosamente te inyectas,
en mi solitaria oscuridad.

Dulce veneno,
me has venido a buscar...

By: Sara

jueves, mayo 14, 2009

The END...



Rodeado estoy por la nada

y por su amante, el desconsuelo.

Mis miedos acuden en manada

mientras sucumbo al aguacero.


Piedras mojadas forman,

bajo los árboles, su asamblea

y tristemente hablan

sobre fuego, muerte y guerra.


Avanzo perdido entre la bruma,

diviso gente mientras ando.

Al menos, bajo la lluvia,

nadie sabe que estoy llorando.


Lloro por las ruinas que dejo atrás,

por las personas que un día amé

y que ahora no son más

que las sombras del ayer.


Poco a poco me alejo

de lo que un día fue mi hogar

y de las almas perdidas

que olvidé abrazar.


No se hacia donde voy,

entre los caminos del olvido.

El mundo ha muerto hoy

y la humanidad, le ha seguido.



By: Elena


martes, mayo 12, 2009

Hijos de la luna


Era noche cerrada y corría aire fresco, la luz de la luna bañaba mi rostro, que relucía pétreo bajo el viejo árbol, lleno de desespero. Tremendas leyendas se contaban de aquel bosque. Decían que por la noche se escuchaban los llantos de un niño pequeño, agonizantes, pero nadie se atrevía a entrar. Y que poca solidaridad pensarás, pero créeme era mejor no hacerlo. Aun que yo…digamos que no podía impedirlo, ya no tenía remedio.

Mejor volvamos al pasado, cuando una niña de cabellos claros se paseaba por las lindes del bosque. Su sentido común le decía “No entres”, pero al fin y al cabo era una niña más y para aprender hay que cometer errores. Caminó, mucho tiempo, pero ella asombrada por la cantidad de formas que recopilaban los árboles no se había dado cuenta de que la noche se filtraba por las copas de los arboles, dejando el día aparte. Cuando se fijó, sus piernas empezaron a temblar, sentía que era perseguida. Los ojos se le llenaron de temor, ahora lo que antes le había parecido un bosque encantador se había convertido en una verdadera tumba. Algo crujió a su espalda. Se giró. Sus ojos reflejaron miedo, angustia, se abrieron ampliamente, más de lo que imaginas. Gritó. Había un enorme lobo de ojos rojos que centellaban en la oscuridad. Saltó hacia ella. Pero la niña comenzó a correr por aquel bosque sin salida. Ella se había convertido en un juego para el lobo. Entró entre las raíces retorcidas de un árbol. Pequeño para el lobo, pero de poca resistencia y con una entrada trasera. Así que si ser esperado, se encontró con la cara del lobo que le mostraba sus colmillos y unos ojos llenos de ansia y locura. En aquel pueblo no volvió a saberse nada de ella.


Ahora estoy condenada a vagar por este bosque, sola. A la espera de que algún niñito incauto entre en el y caiga en las redes de la oscuridad, donde todo se torna igual y el temor se apodera de ti.


Sí, lo se muy bien…lo se, se que solo podré salir de aquí cuando aúlle a la luna para ofrecerle mi dulce cacería. Entonces dejaré de ser prisionera de esa dulce luz que me llama y aclama todas las noches…



By: Sara

lunes, mayo 11, 2009

Frágil

El invierno inunda cada recoveco de la sombría mansión, se filtra entre los cristales ennegrecidos y se arrastra cual rata por las tablas sueltas del suelo. Me escondo, por miedo a que me encuentre y me haga suya.


Irremediablemente, el sol muere, los pájaros huyen y un temible ejército de nieve, truenos y nubes se apodera de la casa y con ella, de mí.
El tiempo va transcurriendo lentamente y mi tez demacrada perdió hace mucho la inocencia.

Los años carcomen mis huesos, la tristeza ensombrece mi rostro y la soledad engulle lo poco que queda de la felicidad que pudo llegar a tener una jovencita.


La enfermedad avanza como un cruel parásito cuyo propósito es engendrar muerte.


Mis piernas flaquean hasta tal punto que la polvorienta cama se ha convertido en mi sombra, el dolor es mi fiel compañero, el único que sé que jamás me olvidará y sigo preguntándome ¿por qué?


Poco a poco, mi delicada piel va pudriéndose con el paso de los años, de las décadas. Soy un alma olvidada en la oscuridad, una simple bruma de lo que un día fui.


Soy frágil, muy frágil. Como una vieja muñeca de porcelana, polvorienta, olvidada en un rincón. Olvidada por la esperanza, por el amor, por la felicidad…olvidada por la humanidad, sumiéndose en un mundo de tinieblas mientras su tenue luz va extinguiéndose sin que nadie se moleste en mirar atrás.


Un suave pétalo rojo se posa delicadamente sobre mi mano muerta.
El sol renace de sus cenizas y acaricia mi rostro sin vida.
La suave brisa perfumada bate mis cabellos exánimes y esparce el polvo…


La primavera ha llegado, pero ya es demasiado tarde.

By: Elena

Mi pequeño mundo




Por primera vez soy feliz,
Mi alegría roza lo astral.


Puede que no sea real
Pero en mi pequeño mundo, eso da igual.


El agua es verdosa pero cristalina
y, mientras permanezco sumergida,
oigo los susurros de una golondrina.
Los nenúfares me rodean,
las flores me bailan
y, mientras tanto,
las hojas aletean.


Puede que no sea real
pero en mi pequeño mundo, eso da igual.


Mis parpados cerrados, mi mano en el pecho
ytristes lágrimas por mi rostro maltrecho.
Una libélula me consuela,
con suaves movimientos bate sus alas
y la brisa me llega con olor a ciruela.


Puede que no sea real
pero en mi pequeño mundo, eso da igual.


Me hallo en un paraje de fantasía,
cielo azul y un perfume dulce,
Pero algo me inquieta, despierta mi agonía.
Súbitamente, abro los ojos
y mi mundo sucumbe
al mal y a sus antojos.


Los truenos resuenan y los rayos ahuyentan
al más mínimo ser que quisiera vivir.
El agua desaparece y los nenúfares…
y las mariposas…y los perfumes…
son reemplazados por ratas suicidas
y el charco de sangre
en el que estoy sumergida.

El cielo plomizo llora , teñido de rojo.
Reúno en mi mente la pena ajena,
la comprimo y de ella me despojo.
Cierro los ojos y me sumerjo,
me sumerjo, me sumerjo…


Poco a poco, el desdén y la sangre
se transforman en una pradera
en la que no existe ni dolor ni pena.


Puede que no sea real
Pero en mi pequeño mundo, eso da igual.

By: Elena

miércoles, mayo 06, 2009

Dulces sueños...




El aire me eleva el pelo,
Dejándolo a merced del viento,
Surcando libremente,
Por la brisa del mar.

Tengo los ojos cerrados,
Soñando en lo imposible.

En mis dulces sueños.

Es hora de abrirlos,
Pero estoy tan a gusto,
Que tengo miedo de ver la realidad,
La pura verdad.

En mis dulces sueños.

Todo eso no está,
La gente no muere,
Hay alguien conmigo,
Están junto a mí.

Una lágrima,
Se desliza lentamente,
Hasta a ella le llegará su final,
Esparciéndose por el agua del mar.


Despierto.
Prefiero morir,
Está decidido,
¿Acaso no es eso cosa del destino?
By Sara

domingo, mayo 03, 2009

Sangre...



Un brillo carmesí reluce en los recovecos de la noche, se desliza delicadamente por la calle. Atormentando con su perfume a unos ojos grises que espían en la noche, imperceptibles a la vista humana e incapaces de resistirse a tal tentación.
Entre las penumbras caminan, a la espera de que su presa aparezca, escondidos. Y cuando la presa está frente a ellos saltan. Penetran sus pétreos colmillos en la tierna piel de los humanos, dejando que la sangre brote, que les alimente…
Es un sabor tan dulce y atormentador. Revoluciona su cuerpo, haciendo que deseen más y más.
Cuando alguien se pasea en la noche por las dormidas, o quizás no tanto, calles de las ciudades, se está abrazando a una muerte lenta. Poco a poco la sangre sale de su cuerpo para alimentar a otro. Sientes como la energía te abandona, como los ojos no funcionan como siempre y los cierras. Los sentidos que antes te alertaban de ciertos sonidos, los pierdes, para dejar paso a la desesperación. Estas ahí, pero: ¿Qué pasa? ¿Qué hay? Y finalmente la muerte.


Un castigo para los que viven: porque no saben que pasa después…ya que nadie ha vuelto ¿Una liberación para los muertos? ¿Un infierno?


¿Qué les importa eso a seres inmortales como lo son los vampiros?
By: Sara

sábado, mayo 02, 2009

La muerte es inminente

Me esperaba, al nacer aguardaba silenciosa junto a mi cuna. Observaba
maliciosamente mi inocencia, a sabiendas de que algún día esta me
traicionaría.
Yo la ignoraba, pero ella reía. Se carcajeaba de mi ignorancia
al pretender creer que los ángeles me guardarían eternamente.
Pero no lo hicieron.
Me dieron la espalda y caí en la debilidad. Ella se reía, se reía
porque pronto sería suyo.
Una sonrisa cruzó mi rostro y sucedió lo impensable. Ella ya no reía, ahora lloraba. Lloraba desconsoladamente porque había perdido en el juego del Destino.
Pero pronto me arrepentí, pues hay algo que jamás debí ignorar: la muerte es inminente.

Es cierto que la burlé, es cierto que le gané. Pero perdí algo mucho más importante en el juego, más incluso que la victoria contra la misma Parca. Y es que para poder
escapar de sus garras, en un último intento por lograrlo, empeñé mi alma.

Ahora me arrepiento, me arrepiento de haber ganado. Pues mi
única recompensa es vagar eternamente entre los dos mundos, arrastrándome en la
oscuridad, perdido en el olvido. Hasta hallar a otro individuo, lo suficientemente inocente e ignorante como para condenar su alma por la insignificante satisfacción de vencer a la muerte.


By: Elena