Oculto y perverso.
Alegre y honesto.
Arlequín que vagas solitario,
diferente en cada momento,
ocultando tras una máscara
tu triste lamento.
Te muestras alegre,
te muestras contento.
El infante ríe,
la dama suspira.
Ellos no ven,
ellos no sienten.
La amargura en tus venas
no les resiente.
Siempre riendo.
Siempre llorando.
La muerte te atrae,
te está llamando.
Arlequín roto por dentro,
¿por qué disfrazas tu triste lamento?
Todos sonríen,
algunos se burlan.
Arrojan dinero,
no se preocupan.
A nadie le importas,
ya nadie te ama.
Quieren la alegría,
presa en tu alma.
No puedes,
no quieres.
Te entregas,
sucumbes.
La solución más fácil,
riéndose jocosa,
con sus labios roza,
cual mármol helado,
tu triste boca.
Tu hora ha llegado.
Una sonrisa
se dibuja en tu rostro,
inerte en el suelo,
sin rastro de vida.
Arlequín en descanso eterno,
jamás esconderás de nuevo
tu triste lamento.
By: Elena